Un recital para no olvidar.

¡Hola! Ya estamos llegando al final del curso, y como última tarea de Literatura Universal, Luisa nos ha pedido que preparemos un recital.

Os preguntaréis qué es eso del recital. Se trata de una especie de espectáculo que vamos a preparar entre todos, donde cada grupo va a preparar una pequeña performance relacionada con la literatura. En cuanto nos lo pidió nos pusimos manos a la obra. 

Yo formé un grupo con mi amiga Paula, tuvimos diversas ideas pero finalmente elegimos hacer Egipto.

Llegó el día y nos tocó actuar las primeras, las dos estábamos muy nerviosas y creo que se nos notó, pero, aún así creo que no quedó mal. 

Egipto fue un pequeño espectáculo donde mi compañera Paula y yo tuvimos un pequeño diálogo donde ambas éramos jóvenes egipcias, que rezaban a los dioses para que trajeran la lluvia, ya que estaban atravesando un estado de sequía. Luego, para rezar a los dioses, recitamos cada una un poema de Enheduanna. Mientras una de nosotras recitaba sentada, la otra se colocaba de pie detrás, realizando una pequeña coreografía con los brazos. La poca iluminación que había eran las velas y una linterna de un móvil. Por detrás colocamos una imagen de un templo egipcio para que todo estuviese más ambientado. 

Tras actuar vimos las actuaciones de los demás. La verdad es que me gustaron mucho todas y que el recital en general superó las expectativas que tenía sobre él. Aunque todas las actuaciones
me encantaron, hubo dos que me dejaron con la boca abierta, literalmente. Estas fueron la de Paula S, Sara I, Lucía, Cristina y Kevin y la de Queensley. Cuando estábamos viendo la primera que he mencionado, me gustaba, pero llegó un momento en el que toda la clase se quedó impactada. Cristina se quedó sola en medio del espacio que teníamos para actuar a oscuras y con velas, pero de repente apuntan hacia alguien del público con una linterna, y ese era Kevin, que se levantó y fue a bailar con Cristina. En ese momento toda la clase estaba tan sorprendida que cuando terminaron de bailar aplaudimos todos a la vez de forma que se debió escuchar en todo el edificio. 

Luego, hubo más exposiciones y la última fue la de Queensley, que no todo el mundo pudo ver ya que la hizo más tarde de la hora de la salida, pero igualmente yo me quedé porque quería ver a todos mis compañeros actuar.

Comenzó tocando el teclado, que ya de por sí eso me sorprendió, ya que no sabía que era capaz de tocar ese instrumento, pero luego, empezó a cantar. Fue increíble porque cantaba súper bien. (Queensley si estás viendo esto por favor hazte cantante porque tienes un vozarrón que nos dejó a todos sorprendidísimos). Y aparte de eso, recitó un poema precioso escrito por ella. 

Con este recital nos despedimos, ya que el curso acaba. Personalmente debo decir que ha sido un curso muy bueno, aunque hemos tenido momentos malos, yo he tenido algunos de los mejores que he vivido en el instituto. 

También doy gracias a Luisa, porque es una de las pocas profesoras que se nota que le gusta su trabajo y que además lo hace bien.

Os deseo muy buen verano a todos, ¡Adiós!💗